- La aspirante valenciana conquistó el paladar del jurado y del chef Virgilio Martínez con platos inspirados en sus orígenes y en los aromas que han acompañado su vida
- María, segunda duelista, cocinó un menú dedicado a la casa de campo de su abuela y a sus animales
Ángela se convirtió anoche en la ganadora de ‘MasterChef 12’ en un apasionante duelo final contra María, ante el jurado del talent y el chef Virgilio Martínez. La final lideró su franja de emisión con una aceptación del 15,1%, máximo de temporada, y una media de 1.033.000 personas.
Hasta 3.194.000 espectadores siguieron en algún momento el talent culinario. Además, logró el minuto más visto de La 1 a las 23:47 horas, con 1.388.000 telespectadores, 14,1% de cuota de pantalla.
La aspirante valenciana denominada malasañera (barrio de Madrid) soñó con vestir una chaquetilla de chef desde que era adolescente y ahora solo piensa en volcarse por completo en su pasión por la cocina. Aunque ha trabajado en publicidad y ha sido caza talentos, heredó el amor por los fogones de su madre, Verónica, cocinera profesional. “He cumplido mi mayor objetivo en mi vida, que era apuntarme a ‘MasterChef’, tener el valor de venir aquí, dedicarme a la cocina y ganar. Ahora sé que soy capaz de cualquier cosa. Ha sido la mejor experiencia de mi vida. Me lo he pasado increíble”, afirmó.
Ángela y María fueron las favoritas de sus compañeros durante toda la competición, por buscar siempre la excelencia. “Felicidades a las dos porque habéis sido las alumnas perfectas de esta promoción. Aplicadas, trabajadoras, entusiastas y buenas compañeras. Una vez más, nos habéis demostrado la pasión que sentís por la cocina. Habéis venido a luchar por vuestro sueño y, desde el primer día hasta hoy, no habéis escatimado esfuerzos para conseguirlo. Ha sido una gran lección de humildad, talento y tenacidad”, les felicitó el jurado.
Para enfrentarse al gran duelo final, María rendió un homenaje a la casa de campo de su abuela y a sus animales. Además, tuvo que reinventar el entrante sobre la marcha, al olvidarse las crestas de gallo en el supermercado, ingrediente importante de esta receta. Por su parte, Ángela se inspiró en sus orígenes y en los aromas que han acompañado su vida para elaborar unas creaciones que le valieron el trofeo del programa, un premio de 100.000 euros en metálico, su propio libro de recetas y un Máster en Cocina: Técnica, Producto y Creatividad impartido por Basque Culinary Center, en San Sebastián.
Ángela ofrece un viaje a través de los olores y los sabores de su vida
Ángela siente verdadera pasión por los perfumes y la cocina. Por eso, antes de presentar cada plato de su menú, ofreció al jurado y al chef invitado un aroma con el que transportarles a un momento y a un lugar concreto de su vida. Arrancó el menú con petricor (olor a hierba mojada y a verdura fresca), porque de pequeña acompañaba a su abuela a comprar al mercado y recogía los restos que encontraba en los puestos para hacer un caldo. El entrante, bautizado ‘Perfumadita de brea’ por su canción favorita de Joan Manuel Serrat (‘Mediterráneo’), estaba dedicado a su madre y lo cocinó con huevas de calamar con escabeche de alga, beurre blanc de mantequilla ahumada, dashi de calamar y crujiente y aire de placton. “Es un plato profundo, de intenciones profundas, que habla mucho de ti, que está perfectamente ejecutado y es singular. No sé si es para todos los públicos, pero creo que tiene mucho mérito”, dijo Jordi Cruz.
El principal era ‘Albufera en secuencia’ y estaba dedicado a su padre, quien le ha transmitido el amor por sus orígenes, su tierra y la importancia de la unidad de la familia. Además, constaba de dos pases. El primero reinterpretaba el All i pebre tradicional con pan de ajo negro y anguila con mantequilla de pimentón; mientras que el segundo pase unía el ave típica de la zona con la anguila: pato barberíe asado con cremoso de colinabo, demi-glace de remolacha y un bombón de foie, anguila y cereza. “Me encanta. Es la simpleza bien entendida. Veo el pato en su cocción perfecta, me encanta la mantequilla y este crocante con el ajo negro me pareció bien. El toque anguila y pato está muy bien. Me gusta bastante”, reconoció Virgilio Martínez.
En el postre, ‘El perfume de Amanda’, intentó trasladar todas las notas de la fragancia de su novia con un helado de naranja amarga, gel de agua de azahar, jalea de ruibarbo, crumble de azafrán, cremoso de haba tonga y almendra, y merengue de flores. “Amanda es la persona más importante de mi vida. Es muy generosa conmigo, solo quiere verme brillar, disfrutar y me gustaría verla pasar el resto de nuestra vida juntas. Me encanta hacerle este regalo porque ella para mí es un regalo, es una persona maravillosa”, explicó Ángela sobre su pareja. Jordi Cruz reconoció que Jordi Roca estaría orgulloso de su postre, al utilizar uno de sus métodos creativos y resolverlo bien. “Creo que tienes mucha vida en la cocina. El plato está espectacular. Es bonito, es refinado, estéticamente me ha encantado y la historia es preciosa”, le felicitó Samantha Vallejo-Nágera.
María regresa con su menú a la casa de campo de sus abuelos
María se considera una “ciudadana del mundo”, pero siempre ha encontrado “la paz y la calma” en la casa de campo de sus abuelos, en Sevilla. Cada plato de su menú rendía un homenaje a esta casa y a sus animales. De entrante, ‘El corral’, dedicado a sus gallinas, estaba elaborado con yemas fritas, una ensalada de gallina, yemas de erizo, holandesa de azafrán y aire de physalis. En este plato utilizó huevos de gallinas mapuche, una raza de gallina chilena, traídos por su abuela. El principal, ‘Ibérico y bellota’, estaba dedicado a los “guarritos” y tenía tres pases: una sopita de dashi de setas, jamón y unos noodles de setas enoki; un petit gâteau con paté de hígado de cerdo ibérico con coulis de higo y sablé de bellotas; y un roast beef de presa ibérica con emulsión de castañas e hinojo y un jugo de ibéricos, vainilla y rooibos. Para cerrar, sirvió un helado de leche y amapolas, mantecado de grasa de vaca madurada, gelatina de licor de guinda y aire de cebada, postre llamado ‘Clavellina’, al igual que la vaca lechera que aprendió a ordeñar.
“Puedes estar contenta. Creo que has evolucionado y que nos has enseñado una María que, aunque no ha tenido una vida fácil, lo ha dejado a un lado y solo le interesa sumar, crecer y estar orgullosa de sí misma. Las personas que tú has elegido querer pueden estar muy contentas. Felicidades por tu plato, por tu postre y por tu paso por estas cocinas”, afirmó Jordi Cruz.